miércoles, 23 de marzo de 2016

Azúl, tan azúl.


Voy a hacer una confesión.

Porque es bueno contar tus debilidades.

Y me confieso adicta.

Adicta al azúl.

Al azúl del cielo cuando amanece y se abre al nuevo día,

al de la noche cuando se cuaja de estrellas y luceros,

al del mar cuando enfurece y nos muestra su fuerza,

cuando está en calma y refleja la luz,

cuando la luna se baña en su espejo.



Adicta al azúl de tu mirada,

tan azúl.



MFFP.



martes, 22 de marzo de 2016

Me voy a vivir a "en teoría".


Porque en teoría todo va bien. En teoría todos sabemos vivir.
Religiones tan antiguas como el Taoísmo o el Budismo ya nos dan lecciones básicas sobre cómo vivir el presente. Algo a simple vista sencillo, es realmente difícil de lograr en nuestra sociedad actual. Pero merece la pena, al menos tomar conciencia porque sí lo consigues además de elevar tu autoestima, mejorarás tu empatía, ganarás seguridad y confianza en ti mismo y en resumen te sentirás más feliz.
Algunas pautas sencillas: 
 
1. Cambia tu forma de pensar. El proceso pasa por aquí. En qué inviertes tu tiempo, cómo interactúas con el mundo que te rodea. Tan sólo con prestar más atención a lo que pasa a tu alrededor tomas más conciencia del presente.
2. No te preocupes por lo que no puedes controlar.Tenemos la absurda costumbre de preocuparnos constantemente por las opiniones, deseos e intenciones de los demás, sin darnos cuenta de que nunca podrás controlar ni cambiar a nadie excepto a ti mismo.
3. Experimenta lo negativo. Tampoco ayuda el vivir en una sociedad “narcotizada”, en la cual no queda bien experimentar el dolor, la frustración. Hay que silenciarlo, callarlo, ignorarlo, que desaparezca lo antes posible, cuando es una cuestión clave a la hora de vivir en el presente. Permítete los sentimientos negativos, tan humanos, tan naturales como la culpa, la ansiedad, tristeza, rabia o enfado.
4. De vez en cuando no hagas nada. ¿Alguna vez te has parado a pensar si pasas tiempo sin hacer nada? El ritmo actual nos encadena a una actividad tras otra, sin descanso. Descansa, siéntate, respira y aprecia el momento.
5. Más actividad física. La práctica de cualquier actividad física también nos obliga a vivir el momento: nadar, correr, ir en bici, bailar, yoga, tener sexo, recibir un masaje o cualquier otra, requiere de nuestra completa atención y concentración.
6. Respira. Y si todo falla sólo respira. ¿Hace cuánto no respiras, siendo consciente claro está? Respira profundo, muchas veces. Sólo detente y respira.
Y si no, vénte a vivir conmigo a "en teoría".
MFFP.


lunes, 21 de marzo de 2016

Huellas y sombras digitales

 



Las huellas digitales somos nosotros mismos, nuestra vida online.
Las sombras digitales son lo que otras personas publican sobre nosotros.

Mucha más información sobre ti que algunos tests o cuestionarios, eso facilitas y es algo que están sabiendo aprovechar muy bien algunos Departamentos de Recursos Humanos, cuando utilizas las redes sociales. Tanto con lo que haces, como con lo que dejas de hacer.

Con un sencillo seguimiento de publicaciones, tú solo/a, dibujas un patrón de tu personalidad. Vamos dejando un rastro sobre nuestros intereses, aficiones, amistades y trabajo. Queremos ser y queremos estar.
Así tenemos a algunos que sin pensarlo dos veces dan la cara, publican y se definen. Son los más sinceros, valientes, inconscientes, impulsivos, seguros de sí mismos y a los que generalmente les preocupa bastante poco la opinión que sobre ellos tengan los demás.
Otros en cambio, muestran una imagen de cómo les gustaría ser, del tipo: vendo consejos que para mí no tengo. Muestran la realidad, o más bien como ésta les gustaría que fuera.
Y un grupo muy numeroso se limita a observar. El voyeurismo inunda las redes, así no se arriesgan a mostrarse como son.

Realmente dejamos una profunda y significativa huella y me repito, con lo que hacemos, pero también con lo que dejamos de hacer.




“Todos somos pequeñas celebridades digitales”. Erik Qualman.